Es el antes y después de la pandemia para los sanitarios. Un estudio demuestra que el estrés que han soportado estos últimos meses los sanitarios por culpa del coronavirus les está pasando factura y así queda reflejado en sus propios rostros. En las fotos que ha publicado el diario ‘La Razón’, se observa cómo les ha cambiado la cara notablemente.
Alba Hernández, médico, y Arantxa Santamaría, consultora estratégica sanitaria, son las autoras de este estudio que han desarrollado con varios sanitarios de entre 25 y 65 años.
Los sanitarios que han participado en el estudio les han mandado fotos de antes y después de la pandemia y lo que han hecho es cotejar distintos rasgos del rostro para detectar los cambios que ha producido el estrés postraumático.
Cambios en poco tiempo
Hernández y Santamaría dicen en Buenos Días Madrid que han constatado que ese cambio se ha producido en poco tiempo: “Queríamos verificar si esos cambios se podían producir de manera aguda en un momento determinado al trabajar en primera línea de la pandemia y efectivamente, hemos demostrado que al estar expuestos a un problema que afecta no solo en lo laboral sino también en lo personal, esos cambios se pueden producir en un corto periodo de tiempo”.
Dicen que en el rostro es visible “que antes tenían un rostro más dilatado con rasgos curvos, redondos, o distancias más amplias en los pómulos y no tenían ‘abolladuras’ que son como depresiones y cambios que se producen en el tejido blando”.
Sobre si estas marcas desaparecen o quedan como secuelas, señalan que “probablemente como están expuestos tanto a este estrés, estas huellas permanecerán en el tiempo, aunque son huellas que pueden ser reversibles, depende de las experiencias y el tipo de vida que lleven”.