Italia investiga las causas y responsabilidades de la caída de una cabina de teleférico que provocó la muerte de 14 personas, entre ellas tres niños. Todo apunta al desprendimiento de un cable, aunque al parecer tampoco funcionó el freno de emergencia de la cabina.
¿Fallo de seguridad, problemas de mantenimiento? Álvaro Vizcaíno, responsable del Teleférico de Madrid, asegura a Buenos Días Madrid que el Teleférico que conecta Rosales con la Casa de Campo es un divertimento “totalmente seguro; pasamos numerosas inspecciones y controles de seguridad y es seguro poder venir al teleférico ahora mismo”.
El Teleférico no cruza por un gran desnivel entre los dos puntos, a diferencia del de Italia que salvaba un gran desnivel en la montaña. “Esos teleféricos tienen una diferencia de cota importante –dice Vizcaíno- éste es más urbano, y entre las dos cotas apenas hay 20 metros de diferencia.
Dos cables
La cabina cuelga de dos cables, uno de tracción y el otro portador. Ambos se revisan y se cambian o desplazan cada determinado tiempo. “Cada 10 años movemos el cable unos metros del punto de apoyo. La vida del cable nos la da una serie de ensayos metalográficos que hacemos todos los años”, señala Vizcaíno.
El Teleférico de Madrid tiene una longitud de 2.500 metros y puede transportar a más de 1.000 pasajeros a la hora.
Precisamente, y según las primeras investigaciones, el cable que sustentaba el teleférico accidentado en Italia se partió en la zona más alta del recorrido, a más de mil cuatrocientos metros sobre el nivel del mar. La tragedia se produjo cuando la cabina estaba a punto de llegar a su destino.