Puebla de la Sierra, una localidad llena de historias y enigmas por descubrir, no siempre llevó el nombre que hoy conocemos.
Según la tradición, en un remoto pueblo de la sierra vivía una doncella de gran belleza. Un día, mientras se bañaba en el río, dos viajeros, Apolo y Hércules, la observaron.
Apolo, cautivado por su hermosura, le pidió que lo acompañara. Sin embargo, el padre de la joven, consumido por los celos, la abrazó con tal fuerza que acabó con su vida.
Ante el dolor de su muerte, Apolo pidió a Hércules que esculpiera una figura en la montaña en su honor, dando origen al antiguo nombre del lugar: Puebla de la Mujer Muerta.
Con el paso del tiempo, y en un esfuerzo por renovar su identidad, en la década de 1940, el nombre del pueblo fue cambiado a uno más atractivo y acorde con la belleza del lugar: Puebla de la Sierra.