La relación entre periodistas y políticos durante la Transición había sido muy estrecha, a veces demasiado confesaban algunos, pero al comenzar la ponencia sobre el texto constitucional los "padres de la Constitución" dar menos luz a las negociaciones.
Pero en noviembre de 1977 se filtra el borrador, un escándalo nacional en todos los sectores de la sociedad que a punto está de dar al traste con el consenso político. El borrador llega a la Comisión del Congreso y se presentan más de mil enmiendas.
Esta vez sí, en secreto, los pactos del mantel fraguaron definitivamente un texto que fue aprobado definitivamente por Congreso y Senado.
La concordia fue posible y el entendimiento entre periodistas y políticos volvió a ser un hecho, algo que decidieron celebrar con una paella y un partido de fútbol.