Francisco Rivera lo tiene muy claro: piensa educar a sus hijos en la cultura taurina. Por eso no es de extrañar que diera la vuelta al ruedo hace unos días en Zahara de los atunes con Carmen, la hija que tiene con Lourdes Montes.
No es la primera vez que escandaliza con este gesto a muchas personas por el peligro que podría suponer para los menores. Ya lo hizo con Tana, su primogénita, fruto de su anterior matrimonio con Eugenia Martínez de Irujo.
El torero ya se enfrentó a la opinión pública y salió reforzado en su empeño por inculcar su profesión a todos sus hijos.