Mónica Naranjo ha sobrevivido, se ha desatado y ahora vuelve rejuvenecida después de 25 años en la música a los escenario y a su vida. Acabó una relación sentimental de 16 años con su mánager Oscar Tarruella, al que conoció como Mosso d'esquadra cuando investigaba un robo en su casa. Una relación que, nos comenta, es distante desde el respeto: "Cuando pasas por un momento así, los primeros meses no estás".
Si tuviera que dar un consejo a la Mónica de hace 25 años le diría que no se casara, sin embargo, lo más importante de su vida es su familia y el hijo de su ex, al que adoptó hace años.
Volver a ser madre no le preocupa, ni volver a tener pareja; se considera una "hippie redomada" a la que cumplir años, le sienta bien.