Es hablar de Miguel Ángel Silvestre y, automáticamente, pensamos en los bailes, las técnicas culinarias y, sobre todo, el optimismo que muestra cada día a través de sus redes sociales.
Detrás de este chico humilde que convierte en oro todo lo que toca y lo endulza con su sonrisa, hay una mujer maravillosa: María Lidón. O lo que es lo mismo, su madre.
Nos confiesa que su hijo no siempre tuvo claro su vocación. “Al principio quería ser tenista, pero tuvo una lesión y luego ya quiso ser actor”, resalta.
Sus comienzos en el mundo de la interpretación no fueron fáciles. Miguel Ángel tuvo que luchar para encontrar su hueco. Y lo encontró. “Empezó en una escuela y luego siguió en otras para perfeccionar”, cuenta su madre.
Con un cuerpo que sube la temperatura y con una personalidad arrolladora, es uno de los hombres más deseados de nuestro país. Pero su corazón está ocupado por Patricia Guirado, que tira balones fuera al preguntarle por su relación. “Tenemos muy buena relación y ya está”, cuenta a los medios.
