Carlos Alcaraz, ganador del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó tras vencer en la final a Pablo Carreño (6-3 y 6-2), aseguró que no quiere poner "ningún límite" a su progresión en el mundo del tenis.
"Al final los límites te los pones tu y no quiero ponerme ningún limite. Quiero seguir jugando al nivel al que estoy jugando, porque si desplego este nivel tengo muchas opciones de seguir ganando a los torneos y a los mejores. Quiero seguir disfrutando en pista, pero el techo aún no lo quiero tocar", declaró el tenista murciano.
Sobre el hecho de entrar en el top-10 del ránking ATP un 25 de abril después de ganar en Barcelona, al igual que hizo su ídolo Rafa Nadal hace 17 años, Alcaraz afirmó que se trata de una "dato impresionante" y "especial".
"He salido con las cosas claras desde el primer punto hasta el último y gracias a ello he podido desplegar mi mejor nivel en la final. Es imposible acabar mejor, ha sido el mejor partido por mi parte en toda la semana", aseguró el quinto cabeza de serie del torneo.
Alcaraz reconoció que en la final frente al australiano Alex de Miñaur, disputada esta misma mañana, jugó "con más dudas" y estuvo "a punto" de caer eliminado, pero ha sabido "aprovechar los pequeños detalles" para acceder a la última ronda.
"Ha demostrado que no estaba tan cansado. Tras una semifinal de casi cuatro horas he tenido menos tiempo de recuperación, pero me lo he tomado como una ventaja para salir con las cosas muy claras y yendo a por la final", indicó el nuevo campeón del Barcelona Open Banc Sabadell.
Preguntado por el origen de su gen ganador, Alcaraz explicó que le viene de familia: "Mi padre y mi abuelo, como todo mi equipo, siempre me han dicho las finales no se juegan, se ganan. Es lo que he hecho hoy, pensar en todo momento que hay que ir a por ello y que íbamos a ganar la final".
"Siempre he sido chico normal de pueblo. No me asusta la fama. Voy a seguir siendo el mismo de siempre. No porque la gente me reconozca más voy a cambiar mi forma de ser ni la persona que soy. Me siento un jugador que puede ganar, la gente me anima, pero cuando vuelvo a casa soy el chico de siempre", confesó.