A Antoine Griezmann le enseñaron que los tres sólo pasan una vez. Por eso está dispuesto a coger de nuevo el tren que pasa por el estadio Wanda Metropolitano.
El delantero francés tiene claro que su futuro no está en el Barça y pese a las ofertas de Inglaterra, su deseo es volver al Atlético de Madrid bajándose incluso el sueldo.
Entre la contención del gasto con la que asume el mercado, al Atlético le ha surgido la oportunidad de Griezmann, un futbolista que marcó una época en sus cinco años con Diego Simeone, se marchó al Barcelona y cuya vuelta valora ya el club rojiblanco, que conversa y visualiza opciones con el conjunto azulgrana, dentro de un posible trueque por Saúl Ñíguez.
La posibilidad está ya sobre la mesa, dentro de la complejidad del acuerdo entre las cuatro partes, aparte de las cantidades y las fórmulas para llevarlo a cabo, para armar el puzle que compondría el reencuentro de Griezmann con el Atlético, que se perfila a la expectativa, y la irrupción de Sául en el Barcelona, que necesita liberar masa salarial para la nueva temporada con la salida de El Principito.
Cuando se fue del equipo madrileño, había disputado 257 partidos en cinco campañas (desde 2014-15, cuando llegó desde la Real Sociedad, hasta 2018-19), cuando se fue al Barcelona, y con 133 goles -el mejor goleador en 45 años y el quinto mejor de la historia del club-, siempre como la referencia en ese sentido en cada una de esas cinco campañas (25 goles en 54 encuentros en 2014-15; 32 en 54 en 2015-16; 26 en 53 en 2016-17; 29 en 49 en 2017-18; y 21 en 48 en 2018-19). Sus 93 goles en Liga significaron 97 puntos del Atlético.
La marcha de Saúl
La otra pieza de la operación es Saúl Ñíguez. El camino sería el contrario. Del Atlético al Barcelona. De momento forma parte de la pretemporada del conjunto rojiblanco, a las órdenes de Simeone en la concentración en la sierra segoviana en Los Ángeles de San Rafael, a unos 70 kilómetros de Madrid, este miércoles con visita de Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado, que charló con el técnico.
Más allá de la opción que surge ahora, vía Griezmann, la marcha de Saúl es una posibilidad latente desde el final del pasado curso, en el que perdió la condición de indiscutible en las alineaciones titulares del entrenador argentino con la que se había hecho en las cuatro temporadas anteriores, desde la campaña 2015-16, cuando su titularidad ya fue un hecho casi constante, salvo lesión o descanso.
El todocampista, de 26 años, con contrato con el Atlético hasta 2026 -lo amplió nueve cursos en 2017-, ha disputado 337 partidos oficiales de rojiblanco, 281 de titular, un total de 25.731 minutos en sus piernas a las órdenes de Simeone, 43 goles y 16 asistencias, desde su debut frente al Besiktas el 8 de marzo de 2012, cuando tan solo tenía 17 años, cuando ya apuntaba alto siendo sólo juvenil.