Hace un año, Alejandro contaba como estaba luchando por 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓 𝒖𝒏 𝒄𝒂́𝒏𝒄𝒆𝒓 y vivía un partido del Getafe 𝗮𝗶𝘀𝗹𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝗮𝗯𝗶𝗻𝗮l.
Ya se ha recuperado, vuelve a pisar un terreno de juego y regresa a las gradas del Coliseum a animar al Getafe.
"Disfrutad, la vida es muy bonita, hay que valorar lo que tienes, porque nunca sabes cuando te lo van a quitar", señala a sus compañeros de la cantera.