El director general de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Olivier Niggli, defendió a Rafa Nadal tras las críticas aparecidas en la prensa y el mundo del ciclismo francés, señalando que las infiltraciones a las que el deportista se sometió en su pie izquierdo están permitidas.
Las inyecciones con anestésicos a Nadal para combatir el dolor en su pie "no están en la lista de productos prohibidos (por AMA), ya que se estima que no mejoran el desempeño deportivo y que no son perjudiciales", destacó Niggli en una entrevista para la televisión suiza RTS.
Tras su triunfo en Roland Garros, que consolida al mallorquín como el ganador de más títulos de Grand Slam de la historia del tenis masculino, varios ciclistas franceses han protestado por la práctica terapéutica de Nadal, asegurando que a ellos no les está permitida.
Niggli afirmó que el debate sobre las infiltraciones no debe llevarse al campo del dopaje sino al de la ética médica, en el que podría uno preguntarse "si es aceptable que un deportista de elite tenga que someterse a inyecciones antes de un partido".
"Nadal ha ganado 14 títulos en Roland Garros, y si los 13 anteriores lo consiguió sin necesidad de esas inyecciones, es probable que el decimocuarto no haya sido gracias a ellas", concluyó.
La Sociedad Española de Medicina del Deporte emitió también una nota informativa en la que asegura que "las infiltraciones anestésicas son procedimientos terapéuticos de amplia y antigua utilización, tanto en el ámbito del deporte como en el laboral y en otros muchos".
Añadió que "las infiltraciones no están prohibidas en el ciclismo por la Unión Ciclista Internacional, tal como se ha indicado por algún deportista de nacionalidad francesa" y afirmó que "relacionar conceptos de infiltración y dopaje es una incorrección y posiblemente esté destinado a sembrar la duda sobre la legalidad de los resultados de algunos deportistas".
Nadal, por su parte, ha asegurado que en el futuro no volverá a someterse a esas inyecciones, ya que probará un nuevo tratamiento de radiofrecuencia para evitar, a sus 36 años, una posible operación que pueda comprometer su carrera deportiva.