El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha insinuado la dimisión del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por el beso en la boca a la jugadora de la selección española de fútbol Jenni Hermoso, al considerar que las disculpas dadas son "insuficientes" y que el dirigente "tiene que continuar dando pasos".Pero una moción de censura contra Rubiales es improbable. Ejerce el control de la mayoría de la Asamblea. Sin embargo, con la nueva Ley del Deporte, la Federación contempla un protocolo de actuación en caso de violencia sexual. Aquí entrarían acciones como atraer con el brazo con intención de besar, o besar a la fuerza. La Asociación de Futbolistas ya ha exigido la aplicación de dicha ley.
Hay otra vía por la que Rubiales podría abandonar el sillón de presidente de la Federación. La Ley del Deporte contempla las acciones contra el decoro deportivo o el abuso de poder.
Si el beso que dio a Jenni Hermoso es considerado como tal, la potestad recaería sobre el Tribunal Administrativo del Deporte. Este depende del Consejo Superior de Deportes.
Sobre la mesa está la denuncia contra Rubiales de Miguel Ángel Galán ante el CSD, quien considera que se trata de un acto sexista. Si decide trasladarlo al TAD, y este a su vez, abriera un expediente, el presidente de la Federación podría ser suspendido y, posteriormente, inhabilitado entre 2 y 15 años.
Un proceso al que ya se sometió su predecesor, Ángel María Villar. La tercera vía sería que, tal y como reclaman la mayoría de fuerzas políticas, presentara su dimisión.