Kylian Mbappé avanza a pasos agigantados para hacerse con las riendas de la selección francesa que, cada día, baila más al ritmo que marca el joven jugador del París Saint-Germain.
Autor de un gol y dos asistencias contra Islandia, la joven promesa pone vértigo a un equipo diseñado por Didier Deschamps para vivir a un ritmo más lento, el complemento perfecto del diapasón que supone Anotine Griezmann.
Pero, a sus 20 años, Mbappé va señalando con letras de oro su paso por la selección francesa. Ha estado en los últimos 28 partidos de Francia, una serie consecutiva que nadie había logrado desde principios de siglo. Hay que remontarse a los 44 que disputó Patrick Vieria entre 1999 y 2002.
Treinta partidos que ha sabido aprovechar bien, porque con el tanto logrado frente a Islandia suma ya 12 dianas, algo que nadie había conseguido en tan pocos partidos desde David Trezeguet en 2001.
Antoine Griezmann asegura que cada día se entiende mejor con su compañero Mbappé: "Nos hacía falta tiempo, no habíamos jugado muchos partidos juntos, pero con el tiempo vamos a encontrar más complicidad y las cosas irán mejore".
El ejemplo fue el pase del tercer gol que le dio Griezmann al jugador del París Saint-Germain. "Yo sabía que iba a meterla, yo tenía que intentar mi especialidad, que es picar el balón", bromeó.
"Ganamos en confianza, conocemos bien el sistema de juego, nos entendemos bien. Pero queda camino y no va a ser fácil", dijo Griezmann.