El Real Madrid debuta este jueves (21.30, sigue el partido por Onda Madrid) en la Copa del Rey de baloncesto, donde le espera un difícil compromiso ante un Bilbao Basket que llega convertido en una de las revelaciones de la temporada.
El rey de copas busca el que sería su título número 28 tras dos años de sequía. Después de un enero convulso, con más derrotas de las que está acostumbrado por las lesiones y entradas y salidas de jugadores, en palabras de su entrenador Pablo Laso, el Real Madrid parece haber recuperado su gen ganador.
Los blancos llegan a Málaga con Facundo Campazzo convertido en el gran pasador -32 en los dos últimos partidos-, con Jaycee Carroll reencontrado con el triple, con todos los jugadores disponibles y con algunos pesos pesados de la plantilla, como Rudy Fernández, Trey Thompkins y Jeff Taylor, descargados de minutos.
Edy Tavares es otro de sus elementos diferenciadores. Su defensa e intimidación no aparecen en las estadísticas, pero decantan muchos partidos. Falta, quizá, que Sergio Llull alcance su mejor forma, pero el menorquín es de los que se activan en los grandes acontecimientos.
El rival en su debut será una de las revelaciones de la temporada. El RETAbet, pese a ser un recién ascendido y contar con uno de los presupuestos más bajos de la ACB, es quinto en la Liga Endesa con 13 victorias.
Este año madrileños y vascos se han enfrentado en una ocasión. Fue en Miribilla y el triunfo fue para los locales, que se impusieron (82-81) como han hecho en los otros cuatro partidos que han jugado frente a equipos de Euroliga.
Axel Bouteille es su gran estrella. El alero francés -una de las revelaciones esta campaña- es el mejor triplista del campeonato (47,8 por ciento), el quinto máximo anotador (17,7 puntos por partido) y el sexto jugador más valorado (16,3).
Aunque también están sobresaliendo el estadounidense Ben Lammers, máximo taponador (2,1) y el también pívot Ondrej Balvin, segundo mejor reboteador de la Liga (7,3).
Álex Mumbrú ya avisó de que viajan con ganas de "disfrutar" pero también de "competir" a un torneo en el que en sus seis participaciones anteriores nunca pasaron de semifinales.
El sorteo evitará que se repita por tercer año una hipotética final Barcelona-Real Madrid. Si ambos ganasen se verían las caras en semifinales, pero no conviene aventurar nada en una competición tan especial como la Copa del Rey en la que todo se iguala.