Saúl Ñíguez, nuevo refuerzo del Sevilla tras su cesión por un año, prorrogable a otro más, por el Atlético de Madrid, afirmó en su presentación que aceptó la oferta del club andaluz por "el cariño" que ha percibido desde el principio y dijo que está "nervioso" y "muy ilusionado, como un niño pequeño cuando va a debutar".
"Agradezco el cariño recibido, estoy donde me quieren. Nervioso, como un niño pequeño cuando va a debutar, y esto hace tiempo que no lo sentía. Tengo una ilusión tremenda", recalcó el centrocampista de 29 años y formado en la cantera del Atlético de Madrid, un club al que calificó como su "casa".
El ilicitano, uno de los iconos de un equipo rojiblanco en el que ha militado más de una década desde su debut en la 2011-12 y que ahora no entraba en los planes del técnico argentino Diego Simeone, destacó que "el reto es disfrutar del día a día, del ambientazo de su gente, del Ramón Sánchez-Pizjuán", y que "lo más importante es dar lo mejor" de sí mismo en el Sevilla y, "con humildad", que su afición "disfrute" de su juego.
Preguntado por si había mantenido ya algún contacto con su nuevo entrenador, Xavi García Pimienta, apuntó que ha "hablado poco" con él desde su llegada, aunque "por teléfono" ya le "ha transmitido lo importante" que puede ser en su esquema.
“Vengo de años complicados en lo psicológico. El cariño me ha hecho decantarme por el Sevilla. No depende de mí decir si han sido justos o no en el Atlético de Madrid. Siempre estoy agradecido a la que ha sido mi casa y que me ha dado todo", recalcó Saúl, que ha sido 19 veces internacional con la selección española.
El centrocampista no quiso pronunciarse sobre su continuidad en el equipo hispalense más allá del próximo 30 de junio, pues tiene una opción para prorrogar un año más su vinculación, y aseveró que "el Sevilla es un club grande, pero hay que saber de dónde venimos y transmitir lo que el sevillismo quiere ver en el campo", en alusión a las dos últimas campañas ligueras complicadas que se han vivido en Nervión.