Feliciano López aseguró que su victoria sobre el italiano Lorenzo Sonego, tras una épica remontada por 5-7, 3-6, 7-5, 6-3 y 7-5 en la segunda ronda del Abierto de Australia, es un regalo que le ha dado la vida.
“He acabado un poco emocionado por la situación. Decidí dejar en casa a mi mujer y a mi hijo después de diez días de su nacimiento. Estar en tercera ronda en este momento en concreto significa mucho”, comentó el tenista de 39 años. “Sin duda que este tipo de torneos son los que me dan ese extra de motivación para seguir.
Por eso me levanto cada día para entrenar, me compensa solo jugando estos torneos”, agregó. “Mi próximo rival, Andrey Rublev, es probablemente uno de los tenistas más en forma actualmente, así que intentaré disfrutar al máximo”, comentó.
Feliciano, que superó por sexta vez un partido tras empezar perdiendo los dos primeros sets, afirmó que este encuentro es probablemente el más especial, un punto por delante que aquel que disputó en su primer Wimbledon ante el argentino Guillermo Cañas.