Sergio, judo sin límites pese a su discapacidad visual
Redacción
Sergio Ibáñez tiene una discapacidad visual del 78%, lo que le provoca fotofobia, lo que no le impide dedicarse al judo desde los ocho años. Siempre se ha entrenado con judocas sin discapacidad.
"Me cuesta imaginar dónde estoy actualmente y dónde estaba años atrás. Tengo unas lentillas con un filtro especial que me ayudan con mi principal problema, que es la fobia a la luz, esas lentillas filtran la luz", señala el judoca madrileño.
Para su entrenador, Alfonso de Diego, director técnico de judo de la Federación Española de Deportes para Ciegos, "es muy fácil trabajar con Sergio, hay personas a las que tienes que ir tirando de ellas, pero con él no ocurre eso".
Sergio Ibáñez ha alternado las competiciones convencionales con las adaptadas. "No salgo con la idea de que parto con ventajas, sino que soy uno más que va a luchar por lo mismo que los demás", comenta.
Sueña con Tokio 2020
A sus 19 años, su vida deportiva es un ejemplo de inclusión y un reflejo de lo que ha vivido en casa desde pequeño. Compagina los entrenamientos diarios, los campeonatos, las clases que imparte y los estudios. "Cada vez tienes más obligaciones, lleva más consecuencias esto de competir a más nivel", concluye.
El objetivo de Sergio Ibáñez a largo plazo son los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero no tiene prisa".