¿Se acuerdan de esta famosa frase del Rey Emerito? pues eso es lo que le tenían que haber dicho a Diego Costa. En qué estaría pensando. Dejó al Atlético de Madrid con diez ante el FC Barcelona y ojito a la sanción que le puede caer.
Gil Manzano no dudó en expulsar a Costa por insultarle gravemente, según reflejó en el acta, añadiendo que le agarró dos veces para que no amonestase a Giménez y Godín. El lamento rojiblanco es que no siempre se mide con el mismo rasero, domo denunció Koke a la conclusión del partido.
11 expulsiones
Los ataques de furia de Diego Costa ya le han costado 11 expulsiones en su carrera, algunas tan absurdas como la de 2008 con el Celta.
Su fama le precede hasta el punto de que este amago de mordisco a Barry en un Everton-Chelsea también le mandó a la ducha.
Con el Atlético de Madrid ya van cuatro expulsiones: una infantil frente al Universidad de Las Palmas en una intrascendente eliminatoria de Copa en 2011, así como la del Viktoria Plzen dos años después en la Europa League.
Tampoco midió las consecuencias al celebrar con la grada el gol al Getafe el año pasado. Genio y figura.