Después de varias semanas en el campo base del Dhaulagiri, las malas condiciones de la montaña y la difícil situación del covid-19 amenazan con complicar la ascensión de Carlos Soria (82 años) y su equipo a la séptima montaña más alta de la Tierra.
Una situación que Soria ha contado a través de sus redes sociales: "En el Dhaulagiri se sabía que iba a haber aproximadamente unos 14 alpinistas y unos 10 sherpas y nosotros antes de volar nos hicimos una PCR, que era absolutamente necesaria y después de tres días en Katmandú y antes de ir a la montaña nos hicimos otra PCR, pero una vez llegados al campo base nos encontramos con una situación totalmente distinta. Aquellas 14 personas que iba a haber más los sherpas se convirtieron en aproximadamente 80 ó 90 personas".
Carlos Soria sigue narrando que "cuando llegamos aquí nuestro equipo de sherpas había instalado cuerda hasta el Campo 2. Con esa situación de nevadas todo se tapó, nosotros decidimos salir cuatro días a la montaña y bajamos ya preparados para intentar la cumbre cuando hubiese una posibilidad, pero fue a partir de ese momento cuando empezaron a surgir los casos de covid-19 poco a poco y cada vez más".
El veterano alpinista afincado en Madrid añade que "todo eso se ha ido extendiendo de una manera total y tremenda. Nepal está absolutamente confinado, las líneas aéreas no funcionan, lo único que está funcionando son los helicópteros y en este campo base han debido de sacar ya aproximadamente unas 20 personas contagiadas, la situación en el Dhaulagiri es verdaderamente grave» (...) «No hemos tirado la toalla por subir a la montaña, pero bajo nuestro punto de vista la montaña está ahora muy peligrosa y con bastantes avalanchas, pero esto puede cambiar y nosotros todavía tenemos esperanzas".