Qué más da la edad, si te llamas Carlos Soria. El 17 de mayo del año pasado estaba a punto de cumplir un sueño, ascender el Dhaulagiri.
Un accidente inesperado, una caída a 7.700 metros cuando un sherpa se llevó por delante su pierna derecha. Dos operaciones y 27 tornillos después, a los 85 años, Carlos sigue fiel a su filosofía de vida, no renuncia volver.