Los aficionados del Atlético de Madrid disfrutaron como nunca en Liverpool en el partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones.
Tomaron el avión a primera hora de la mañana con el ánimo, literalmente, por las nubes. A su llega a Liverpool inundan de sentimiento colchonero todos los bares.
Escoltados por la Policía, llegan a Anfield sin dejar de cantar. La marcha del partido, con el Liverpool por delante en el marcador, les hace sufrir, aunque no en silencio.
Cuando Marcos Llorente con un doblete, pero sobre todo cuando Álvaro Morata, obran el milagro de la remontada, se desata la locura en las gradas.