El madridismo tiene una cita con la historia. No es que se cumplan 63 años de la primera Copa de Europa de los blancos, que también. La cita es con el futuro.
Es la presentación de Eden Hazard como jugador galáctico del Real Madrid. El fichaje capaz de devolver la ilusión entre la afición. Viéndole jugar no es para menos. Calidad, imaginación, regate y gol.
Hazard se convierte en el último galáctico de Florentino Pérez. Es la pieza con la que construir el nuevo proyecto. Es retomar una costumbre con la que el Real Madrid brillaba con sus estrellasSe puede decir que Luis Figo fue el primer galáctico en aterrizar. Y aunque no presente durante su fichaje, Florentino Pérez si se encontraba al frente de la presidencia el día su presentación.Karim Benzema llegó entre algodones. Mimado por un presidente que se enamoró de su juego y que lo trajo en 2001. Un romance duradero, tanto, que continúa a día de hoy.
Un año después sería Ronaldo Nazario el nuevo astro en aterrizar en el Bernabéu. Honores también para el guapo de David Beckham, uno de los futbolistas más rentables sobre el terreno de juego y también su repercusión comercial. Locura por el inglés que quedó clara el día de su presentación.
Luego llegó Kaká sobre la misma estructura en la que días más tarde 70.000 aficionados recibían a Cristiano Ronaldo. Aunque años más tarde aterrizaron Gareth Bale o James Rodríguez, se puede decir que el portugués fue el último galáctico en llegar. Decimos fue, porque Hazard es, en presente, el último.