Marcos Andrés es un futbolista madrileño del Miraflor de tan solo once años que está viviendo la cara más amarga del deporte, pero el mundo del fútbol más cercanos se ha volcado con él.
Marcos se ha roto el ligamento de la rodilla derecha: "Estaba en un centro lateral, salté para controlar el balón y me caí al pisar mal. Ahí se me fue la rodilla, oí un crack muy fuerte".
Su padre, la misma lesión
Su mayor apoyo es su padre, que sufrió la misma lesión hace dos años. "Le estoy mentalizando de que va a ser un proceso largo y doloroso, pero que con trabajo diario volverá a pisar el césped", señala.
Este viernes pasará por el quirófano para comenzar la cuenta atrás de la vuelta a los campos, mientras tanto no se pierde un sólo entrenamiento de su equipo, el alevín del Miraflor de Fuenlabrada.