La Gran Vía de Madrid cumple 114 años: la calle que abrió las puertas de la modernidad
Afectó a casi 50 calles consiguiendo una mejora en la comunicación entre el centro y el noroeste de la capital
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El siglo XIX es sinónimo de industrialización, de modernización y de crecimiento. Fueron necesarias reformas urbanísticas que permitieran redefinir los espacios, modernizar los usos y abrir nuevas vías de comunicación. La popular Gran Vía se construyó como una de las nuevas vías de comunicación del Madrid en expansión de este siglo.
Se trató de un importante proyecto que tardó cuarenta años en acabarse y que se realizó en tres fases distintas que tuvieron lugar en diferentes años. Así, un 4 de abril de 1910 comenzaban las obras de lo que sería la calle más importante de la capital: la Gran Vía.
Fueron más de 300 edificios los que se vieron afectados por esta faraónica construcción que comenzó con el primer golpe de pico del rey Alfonso XIII, promotor de este proyecto. Su trazado no es recto porque hubo que respetar la presencia de tres iglesias.
El tema de la construcción de la Gran Vía dio muchas vueltas. Tantas, que hasta el maestro Federico Chueca le dedicó una de sus zarzuelas que, como curiosidad, le encantaba al filósofo alemán Friedrich Nietzche.
No sería hasta 40 años después cuando se dio por finalizada la inmensa obra en el centro de la ciudad de Madrid. Afectó a casi 50 calles consiguiendo una mejora en la comunicación entre el centro y el noroeste de la capital.
Entre los edificios relevantes que se derribaron estuvieron el colegio de Nuestra Señora de la Presentación, el palacio de la duquesa de Sevillano el palacio Masserano, o la llamada, debido a su estrechez, "Casa del Ataúd", en la esquina con Alcalá.
También desapareció, por ejemplo, el Callejón del Perro. La calle más estrecha de Madrid y, según los viandantes, de las más peligrosas, porque en ella, según dicen, habitaba un terrible perro fantasma.
Pero a esta calle no siempre se le ha llamado como la conocemos. Históricamente, ha recibido otros nombres como avenida de Rusia o avenida de los obuses. Incluso en la posguerra sus tres partes se unificaron en una sola calle y se comenzó a llamar la avenida José Antonio hasta 1981.
Lo cierto es, que debido a su ya venerable edad, la Gran Vía madrileña ha visto de todo. En 1928, los madrileños se llevaron un buen susto cuando se celebró una corrida de toros improvisada en la que se escapó uno de los astados.
Su gran afluencia de gente junto a sus numerosos cines y teatros han hecho de este paseo madrileño el 'Broadway español'. Mientras, la iluminación nocturna de sus edificios y marquesinas ha creado un paisaje luminoso que ha sido icono de la ciudad que nunca duerme.
La calle que ha tenido hueco para las estrellas de Hollywood y ha sido el lugar de los limpiabotas, cumple 114 años.