Los hay que aprovechan su escala de horas en el aeropuerto de Keflavík para, en 20 minutos, bañarse en las aguas geotermales de la Laguna Azul (Blue Lagoon) y volver.
Nosotros preferimos hacer uso del Stopover que ofrecen ahora muchas aerolíneas para, por el mismo precio de billete, echar unos días en la capital islandesa y alrededores y captar, en un puñado de jornadas, la esencia de Islandia.
Volcanes en activo, paisajes de ensueño, una capital mágica, las noches teñidas de verde por las auroras boreales y los últimos coletazos de un sol de medianoche que parece no ponerse nunca.
Ni en un mes de turismo salvaje recorreríamos toda la belleza de Islandia pero en El Enfoque de Ida y Vuelta sí te recomendamos varios itinerarios para que no te marches de la tierra de hielo y fuego sin haber experimentado ambos. Ni las piscinas y helado a 5 grados centígrados, tesoros y costumbres locales.