Cuando se nace en una familia de alta alcurnia y enfocada en todo momento por las cámaras, se cree que lo que sucede en su interior es todo bonito, como de en sueño. Sin embargo, y mucho más lejos de la realidad, a veces puede estar marcada por el sufrimiento.
Esto mismo es lo que ha sucedido en la vida de Cayetano Martínez de Irujo. El hijo de la Duquesa de Alba ha confesado en un programa dedicado a la figura de su padre, Luis Martínez, lo muy infeliz que fue su infancia: “Las nannys que nos cuidaban no te dejaban opinar, no te dejaban hacer, no te dejaban decidir”, ha comenzado el duque de Arjona “Cuando yo me empecé a rebelar, me inflaban. Pero vamos, me inflaban. Me pegaban”.
Fue así como en el espacio que ha compartido con Boris Izaguirre se hizo el silencio por unos instantes, para luego proceder con la repentina muerte de su padre y cómo consiguió sobrellevarla: “He tardado 40 años en resolver esto”, confesaba.
En este espacio también ha intervenido su hermana Eugenia Martínez de Irujo, quien ha desvelado cómo afrontó la muerte de su madre, doña Cayetana: “Me quedé en 37 kilos. Se me vino el mundo encima”.