Fue el momento más esperado de la noche: Georgina Rodriguez ha dejado con la boca abierta a millones de espectadores, tras bailar un tango argentino en Sanremo, el festival de la canción italiana.
La de Jaca derrochó arte y sensualidad por los cuatro costados sobre el escenario y logró emocionar hasta al mismísimo Cristiano Ronaldo, de quien dudábamos seriamente que pudiera desarrollar sentimientos de amor hacia otra persona que no fuera él mismo.
Tanto se emocionó, que Georgina, una vez finalizó su actuación estelar, bajó del escenario por la escalera principal para dar un beso a su chico en pleno directo. Un gesto único que ha logrado humanizar a una de las parejas más criticadas y que esperamos no tarde en repetirse.