Accidentes mortales, fallecimientos prematuros o extraños asesinatos, son algunas de las desgracias que han asolado al clan de los Kennedy durante los últimos años. La última víctima de esta maldición que recae sobre esta familia, ha sido Soirse, nieta de Robert F. Kennedy.
Su cuerpo ha sido hallado sin vida en el complejo residencial que tiene la influyente familia en Hyannais Port, Massachussets, y la causa del deceso, según han informado importantes diarios americanos, habría sido una sobredosis de sustancias estupefacientes.
La joven estudiaba Comunicación en Boston y sufría episodios de depresión, tal y como ella misma había confesado con anterioridad a una revista. También llegó a desvelar que había sido víctima de abusos sexuales por parte de un amigo. Una vida de lo más dura para una joven de tan solo 22 años.