Isabel Preysler, por ejemplo, se ha sometido a multitud de intervenciones.
Su último lifting facial en la clínica de una doctora iraní podría llegar a 4.000 euros. Cristiano Ronaldo es adicto a las mascarillas exfoliantes para la cara.
Madonna pidió en una de sus giras una máquina anticelulítica que oscilaba los 85.000 euros.
Y mientras tanto, tú te tienes que conformar con ponerte pasta de dientes cuando te sale un grano.