Madres desesperadas: la Jolie en "El intercambio" y la "Madre", de Sorogoyen
Llegó por fin la noche más esperada para todos aquellos que elegimos el cine como compañero de vida en algún momento de la misma. Es velada de alfombra roja, de elegantes trajes de gala para ellos, de maravillosos vestidos de noche para ellas, de emociones, de alegrías y de alguna decepción, pero sobre todo esta noche se festeja el talento y el amor al cine desde donde se hizo grande: desde Hollywood. Y ahí están Rodrigo Sorogoyen, director de “El reino” ganadora de los Goya de este año, y el cortometraje que vamos a ver a continuación, “Madre” (puedes verlo online en nuestro alacarta), antes de la emisión habitual del título elegido para esta noche en nuestro programa y que tiene en común con éste que muestra, en toda su dramática extensión, la angustia y el horror que se apoderan de una madre cuando tiene la certeza de que algo terrible le ocurre a su hijo.
Y está ahí, entre los 5 candidatos al mejor cortometraje de ficción porque es modélico en su género: Breve y con máxima dificultad técnica y artística; está rodado prácticamente en un sólo plano secuencia y basado en un guión tan sólido como las interpretaciones de Marta Nieto y la veterana Blanca Apilánez.
Esta noche nos traemos entre manos una auténtica obra maestra y una de las 3 mejores películas firmadas por ese talento tras la cámara que tardó tanto tiempo en revelarse y que responde al nombre de Clint Eastwood. Y que forma parte de ese reducido grupo de leyendas vivas que todavía nos pueden sorprender o fascinar.
Lo que vamos a ver a continuación es una historia real contada como si lo fuese. La de Christine Collins, madre soltera de clase trabajadora, entregada día a día a sacar adelante a su hijo al que adora, hasta que éste, de pronto, desaparece sin dejar rastro.
Meses después la corrupta policía de Los Ángeles pretende apuntarse un tanto ante la prensa, mostrando la imagen del reencuentro entre madre e hijo, que ha sido recuperado gracias a su excelente trabajo detectivesco. Pero las cosas no van a salir como se espera. Ahí se va a iniciar el auténtico vía crucis de esta mujer, que durante años va a luchar sin desfallecer para saber qué le ha ocurrido a su chaval. Pasó peligros y penalidades, pero el destino enredó y de pronto toda su peripecia se conectó por casualidad con un caso abierto en la fiscalía: El que después sería conocido como los asesinatos del gallinero de Wineville. Y, como ocurrió en la realidad, lo que comenzó en terreno del drama acabó en el del suspense y el terror.
Y esa transición en concreto la lleva a cabo el Clint Eastwood director con una elegancia que muy pocos poseen y muy bien secundado por una actriz en estado de absoluta inspiración. Fíjense bien en Angelina Jolie, esta noche: Lo dice todo a través de sus ojos.
Fue candidata al Oscar y lo perdió frente a la Kate Winslet de “El lector”. Bueno. Difícil elección. La película fue seleccionada para tres premios de la Academia, 8 Baftas y 2 Globos de Oro, uno de ellos para la partitura compuesta por el propio director. Obtuvo excepcionales críticas y recaudó, sólo en Estados Unidos, más del doble de lo que costó.
Que Angelina Jolie es una auténtica belleza es un hecho tan irrefutable como que lo de sus carnosos labios es de nacimiento. Papa Jon Voight, con el que no se habla, ya los tenía. La reina de Hollywood consiguió un temprano Óscar por convertirse en la loca más convincente del manicomio de Hollywood.
Le salió bordado porque por entonces era rara como pocas. Con su primer marido, Jonny Lee Miller, hizo boda de cueros y camiseta en la que escribió con su propia sangre el “Sí quiero”. Con el segundo, Billy Bob Thornton, coleccionó arañas y serpientes. Pero con el último, Brad Pitt, críos.
Ha pasado de estrellita mimada e incómoda a madre de familia respetada y solidaria en muy pocos años. Hubo daños colaterales en el proceso: que se lo pregunten a la sufridita de Jennifer Aniston, que ahora no cabe en sí de gozo sandunguero, pero durante un tiempo consiguió el objetivo. Lástima que, al final, el clan acabara, como tantos sometidos a una presión mediática extrema, a gritos por las esquinas.
Últimamente combina de perlas el cine de acción del que se come con palomitas, con películas que no permiten olvidar que es una estrella pero también una actriz de talento. Hasta ha debutado como directora comprometida con bastante fortuna. Es la nueva Mary Poppins: prácticamente perfecta. Pues bien, nunca tanto como esta noche. Y eso que hacer de bruja se le da francamente de maravilla.