Fue lo más llamativo en el partido que enfrentó a Portugal y España en Lisboa. Adama Traoré, delantero del Wolverhampton inglés, 24 años, mostró a toda la afición su impresionante potencia y su enorme velocidad en carrera.
Dejó muy satisfecho a Luis Enrique y se convierte en una alternativa muy válida para el ataque de nuestra selección.
Traoré habló esta mañana acerca de su debut, de cómo ha logrado ese físico tan llamativo, de que en efecto en su club decidieron untarle aceite en los brazos para evitar que los contrarios le agarraran cuando se escapa en carrera. Y dejó una frase muy llamativa: "Para mí un día sin mejorar es un día perdido".