La crisis del coronavirus afecta de manera directa al mundo del deporte y aquí, en el partido de las nueve, les vamos a contar las últimas novedades sobre las medidas que se están tomando en España y en todo el mundo para atajar su propagación.
Nuestra mirada está puesta en el Inter de Milán-Getafe del próximo jueves. En Italia han suspendido todas las competiciones hasta el tres de abril, pero las autoridades italianas no tiene la última palabra sobre los eventos a nivel europeo.
La UEFA está estudiando qué hacer con ese partido. Mientras las medidas no sean oficiales, nosotros nos hemos querido pulsar el ambiente de nervios que se vive en la capital de Lombardía. Por eso hemos hablado con Valerio Clari, periodista de La Gazzeta dello Sport que nos ha contado qué pasa en el seno del Inter y qué se piensa allí sobre el encuentro de Europa League. Se está pensando, incluso en trasladar a otra ciudad el partido.
Una solución que no termina de encontrar nuestro siguiente invitado. Aitor Ruano es un excanterano del Atlético de Madrid que lleva cinco años jugando en Italia. Ahora defiende los colores de la Varesina en la cuarta división de aquel país. Aitor nos ha contado cómo lleva eso de no competir, ni siquiera entrenar con el resto de sus compañeros por el coronavirus. Su competición lleva parada todo ese tiempo y se tiene que entrenar en solitario para no perder la forma.
El coronavirus que asola Italia y también ha comenzado a hacer estragos en España. En el club balonmano Málaga, que juega en la división de plata de nuestro país, se han detectado dos casos de jugadores infectados que están en cuarentena y otros siete casos aún sin confirmar.
Hemos hablado con su presidente, Alberto Camas, que ha hecho un llamamiento a la serenidad. Reconoce que uno de sus jugadores fue infectado en un viaje e Italia y que ha sido el foco para el resto de sus compañeros. No hay alarma en Málaga, pero sí preocupación.
Hemos terminado dando un repaso a la actualidad de nuestros equipos madrileños tras una jornada liguera en la que el Leganés ha abierto una puerta a la esperanza y en la que el Real Madrid se niega a ganar una Liga cada día más loca.