La Casa de Fieras es, posiblemente, el lugar donde más anécdotas por centímetro cuadrado se pueden contar del Retiro. En 1774 Carlos III mandó construir un zoo en la actual Cuesta de Moyano. Su hijo Fernando VII, trasladó el zoo hasta lo que hoy conocemos como "la leonera". Cuando llegó la Primera República, el Ayuntamiento pasó a hacerse cargo. Y aquí entró en escena un tal Luis Cabañas. Se pusieron de moda unos espectáculos impresionantes que hoy consideraríamos de mal gusto. Se prestaban animales del zoo a la Plaza de Toros para que se enfrentaran entre sí o contra toros bravos. De esta manera, se llevaban a los cocodrilos y a los elefantes juntos a bañarse en una fuente del Retiro.