Hay una farola muy especial junto al Palacio Real. Es una de las poquísimas que se conservan de la Segunda República Española.
La farola pasó desapercibida y sobrevivió al franquismo, a pesar de que durante esos cuarenta años se retiraron todos los símbolos que hacían referencia a la República. Y más teniendo en cuenta que la Plaza de Oriente era el lugar en el que Franco solía dar sus famosos discursos multitudinarios.
Esto de cambiar los símbolos ha pasado siempre a lo largo de nuestra Historia. Fernando VII se dedicó a quitar todas las referencias a la Constitución de 1812, la Pepa.
Al proclamarse la Segunda República muchos símbolos monárquicos fueron derribados. Eliminaron las borbónicas flores de lis y cambiaron la corona monárquica de los escudos oficiales por una corona cívica o almenada, una
especie de fortaleza. Ese es símbolo que lleva nuestra farola olvidada. ¡Al régimen franquista se le pasó!
Antonio Balduque, historiador, nos cuenta su Historia.