Si a algún lugar de Madrid se le puede llamar con propiedad “el Foro” es a la Puerta del Sol. Cualquier paseante puede moverse tranquilo. Sus pasos los vigilan una osa, un madroño y un Tío Pepe. Todos viejos amigos de losmadrileños.
Donde hoy se puede visitar una tienda de artículos tecnológicos estuvo desde 1864 hasta 2006 el mítico Hotel París. Sus precios no estaban al alcance de todos los públicos. A finales del siglo XIX un obrero especializado cobraba doce o catorce reales al mes. Bien, un alquiler mensual en el Hotel París valía la friolera de 636.000 reales. Unas 159.000 pts. 900 euritos de los de ahora. Una locura se mida en la moneda en que se mida.
Precios accesibles solo para reyes, banqueros, dentistas y fontaneros. El terror no solo lo produce un loco con un hacha o unas pirañas en la taza del inodoro. El terror lo producen a veces unas cartas de precios