El relato del silencio, un recorrido por la barbarie terrorista
Damos voz a los protagonismo del terrorismo en Madrid
Historias de superación, esperanza y lucha
Madrid es la ciudad europea más castigada por el terrorismo. Desde 1973 el terrorismo ha azotado con fuerza la capital y se ha cobrado la vida de 366 personas. El relato del silencio hace un recorrido por algunos de los ataques terroristas más sangrientos que ha castigado a Madrid, dando voz a los protagonistas y contando en primera persona el horror y el miedo que han vivido, cómo han tenido que superar la ausencia de sus seres queridos y de qué manera han conseguido salir adelante y continuar con su vida.
Han fechas que quedan marcadas para siempre en el imaginario colectivo y el 11 de marzo de 2004 es una de ellas. Todo el mundo recuerda dónde se encontraba cuando dos explosiones en cuatro trenes de cercanías causaron la muerte de 193 personas, hirieron a más de 2.000 y zarandearon a toda una sociedad. El mayor atentado terrorista de la historia de nuestro país que fue perpetrado por una célula yihadista.
“Espero todos los días que venga, su habitación está como la dejó, la tristeza se pasó a vivir conmigo. Han pasado muchas cosas en estos años. Han nacido mis nietos y todas estas alegrías se convierten en agridulces”, afirma Isabel Casanova, madre de Jorge, una de las víctimas mortales del 11-M. Heridas que siguen abiertas tanto para los que perdieron a alguien como para los que sobrevivieron. Adoración Majalí iba en uno de esos trenes. Salvó la vida aunque le tuvieron que amputar una pierna y 14 años después ha pasado diez veces por el quirófano para seguir retirando trozos de metralla.
Una barbarie que tampoco olvidan los sanitarios que tuvieron que atender en Atocha desde primera hora de la mañana a los muertos y heridos, como Emilio Benito uno de los sanitarios más veteranos del SAMUR que ha visto auténticos horrores durante sus años de servicio, pero que no olvida una jornada que ha quedado marcada para siempre en el alma de la ciudad.
Noticias de coches bomba, tiros en la nuca o artefactos explosivos se repetían con frecuencia en los telediarios españoles durante la década de los ochenta y novena. Los años más oscuros y violentos de la banda terrorista ETA.
La ciudad de Madrid fue testigo de algunos de los atentados más sangrientos de la organización criminal. La explosión de un coche bomba en la Avenida de Badajoz, el atentado de República Dominicana en el que 12 guardias civiles resultaron muertos y medio centenar de personas heridas, el asesinato de la fiscal encargada de delitos de terrorismo, Carmen Tagle, tiroteada en su garaje, los coches bombas que estallaron en la Dirección General de la Guardia Civil, en Guzmán el Bueno, tanto en 1986 como 1988, el atentado que conmocionó el barrio de Vallecas y acabó con la vida de seis trabajadores de la Armada o los tres artefactos adosados a otros tantos automóviles que estallaron a partir de las ocho de la mañana en el barrio de Aluche un 17 de octubre de 1991 que acabaron con la vida de un hombre y dejaron numerosas víctimas, entre las que se encuentra Irene Villa y su madre.
Madrid también ha sido objetivo de El Grapo. Los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre fueron una organización terrorista que nació en el 1975 y que en 1979 llevó a cabo uno de sus atentados más sangrientos, el de la cafetería California 47. El artefacto que habían colocado los terroristas en el cuarto de baño de la cafetería acabó con la vida de nueve personas y dejó 40 heridos.