El Real Madrid ha superado (104-81) al Khimki ruso en el duelo correspondiente a la séptima jornada de la fase regular de la Euroliga, disputado este viernes en el Palacio de los Deportes, donde el conjunto de Pablo Laso contó con la fundamental aportación de Rudy Fernández para sacar adelante un partido en el aire hasta el descanso y hacerse así con el liderato del grupo A en solitario.
Los madridistas, que vuelven a vencer en Europa tras el mal partido ante Panathinaikos, tuvieron que meter una marcha más tras el descanso para evitar sorpresas ante un conjunto ruso, que disputó una buena primera mitad hasta que figuras como Rudy (23 puntos) y Mirotic (17 puntos) marcaron la diferencia. Sin embargo, lo apretado del grupo hace que los de Laso aún no estén matemáticamente clasificados para el 'Top 16', pero sí líderes y con un pie y medio en la siguiente fase.
El conjunto blanco no comenzó bien y no pudo dar a su juego la velocidad adecuada. Los rusos, que buscaban la campanada -como ya hicieran en la ida-- y el dominio del grupo, se plantaron bien en el parqué madrileño para poner las cosas difíciles a los de Laso. Pese a que las primeras canastas fueron blancas (10-5), solo Sergio Llull estuvo a la altura, mientras que en el conjunto visitante todos parecían inspirados.
Sin Rudy ni Carroll de inicio el Madrid echó de menos artillería. Por su parte, el Khimki forzó los tiempos muertos del banquillo madridista, el cual no lo veía claro. Y es que los azules dieron la vuelta al primer parcial blanco para llegar a ponerse incluso con 6 arriba (12-18), ventaja que maquillaron Rudy y Carroll antes del primer parón. En el segundo cuarto, ambos siguieron en pista pero la muñeca del norteamericano no terminó de entrar el calor. En cambio, el ex NBA sí se echó la responsabilidad a la espalda y con nueve puntos seguidos espoleó a los suyos (30-30). Sin embargo y pese a la presión del Palacio, el Khimki aguantaba entero en el partido, con Fridzon y Koponen como mejores armas.
La mejora en ataque del Madrid fue paulatina, pero en defensa no terminó de llegar y los rusos anotaban con aparente facilidad (41-43). Para fortuna de los de Laso, tampoco era un ataque muy efectivo el del conjunto moscovita, de hecho muy lejos de las estadísticas del Madrid en Euroliga, por lo que el duelo llegó igualado al descanso (46-45) y con la necesidad en los locales de apretar el acelerador y mejorar la puntería. En la reanudación, los blancos subieron el ritmo y de la mano de Rudy y Mirotic lograron una mínima ventaja, en verdad la mejor del partido (57-51), que fue aumentando gracias al buen hacer de los blancos (65-53). Aunque la mejor noticia para los de Laso fue la mejora en defensa, con una gran presión -a veces en toda la pista-- que dificultó mucho más los ataques del conjunto ruso y permitió contras rápidas y a placer.
Después, un triple de Sergio Llull en el último instante del tercer cuarto terminó de ejecutar al Khimki (79-64). El propio Llull volvió a castigar a los rusos con otro triple al minuto del último parcial (84-67), con lo que el duelo quedó para el espectáculo de un Palacio entregado y el lucimiento también de los menos habituales, que entraron para dar descanso a los más castigados (104-81). Incluso el pívot brasileño Rafael Hettshemeimeir tuvo sus primeros minutos como jugador blanco y sus primeros dos puntos.