Telemadrid dedica todo el mes de agosto a concienciar sobre las personas sin extremidades
REDACCIÓN
Desirée tiene 20 años. Era gimnasta acrobática de la Selección Española hasta que, a consecuencia de una caída, tuvieron que amputarle una pierna. A partir de entonces corre con una prótesis y también practica salto de longitud.
Lee la pregunta: “¿Qué has hecho para mejorar tu calidad de vida?”
Resopla y afirma: “De todo. Esta pierna cuesta 70.000 euros y dura más o menos 5 años. Ser amputado es caro”.
Hay personas que nacen sin brazos o sin piernas. Otros pierden algún miembro por un accidente de tráfico, laboral o deportivo, o por una herida de guerra. Y a veces la cirugía utiliza la amputación para controlar una enfermedad, como un tumor maligno o una gangrena. Sea cual sea la causa, todas las personas que sufren la falta de alguna extremidad tienen problemas en común: los precios desorbitados de las prótesis, la falta de ayudas por parte de la administración, el difícil reconocimiento de la discapacidad y las barreras arquitectónicas.