Elsa, la paciente ingresada 310 días por Covid, dispuesta a aprovechar esta “nueva oportunidad”
Hace un mes que recibió el alta y poco a poco va recuperándose
Foto: Telemadrid |Vídeo: Telemadrid
REDACCIÓN
Hace unas semanas conocíamos la historia de Elsa, una mujer que recibía el alta después de estar 310 ingresada por coronavirus. Lleva un mes en casa, recuperándose poco a poco de las secuelas que le ha dejado la enfermedad, y con muchas ganas de vivir.
Elsa estaba loca por llegar a su casa después de pasar esos 10 meses imgresada en el Hospital. Ella misma nos cuenta sus sensaciones una vez recuperada la rutina diaria en su domicilio: “Tenía ganas de estar con mi maridoy con mi hija”, señala.
También cuenta que echaba de menos las cosas cotidianas de su casa, como su habitación, su ropa o su sofá. Cosas pequeñas, que vemos a diario y nunca imaginamos que podemos llegar a echarlas de menos.
Elsa ha tenido que volver a aprender a hablar, a andar e incluso a comer: “La gente me trató muy bien en el hospital. Recuerdo que a veces venía a verme gente que yo no conocía porque estuve mucho tiempo entubada”, señala junto a su marido, que no se ha separado ni un momento de Elsa.
El programa ha querido tener un detalle con ella. Nos hemos acercado hasta el descansillo de su piso para dejar un ramo de flores. Elsa no ha generado anticuerpos y por precaución hemos dejado el regalo a la puerta de su casa. “Muchísimas gracias”, dice emocionada después de la sorpresa: “Esta es una nueva oportunidad que hay que cogerla con ganas”, cuenta.
La Odisea que vivió Elsa
Su pesadilla comenzaba el pasado 11 de abril de 2020, cuando Elsa llegó a urgencias del Hospital Gregorio Marañón. Llevaba una semana con fiebre alta que no se le quitaba y los síntomas empeoraban por momentos.
Apenas comía o bebía, no tenía fuerzas y se pasaba el día tumbada. Rápidamente la hicieron un PCR que confirmo su positivo en Covid-19 y en su caso podía termina trágicamente por ser una persona de riesgo, ya que su sistema inmunitario estaba muy debilitado por un linfoma que combatía desde finales de 2012 y que había requerido un trasplante de médula en 2017.
Su historia se hizo viral hace un mes por ser la persona de España que más tiempo ha estado ingresada a causa del coronavirus, y como ella misma nos cuenta, ha tenido que aprender de nuevo las cosas cotidianas de la vida.