Una trabajadora de una clínica dental de Alcorcón ha logrado que los tribunales condenen a su jefe por grabarla mientras se cambiaba de ropa.
En febrero de 2016, encontró un USB en el suelo de la recepción de la clínica dental donde trabajaba.
En un primer momento pensó que algún paciente lo había perdido. Ingenuamente, lo introdujo en el ordenador con la intención de hallar alguna pista sobre su dueño, pero se llevó una desagradable sorpresa.
Habla por primera vez de su caso en Está pasando. "Cuando encontré el USB no dije nada a mi jefe para que no sospechara y me puse en manos de mi abogado", declara.