Si destinas un 30% de tu sueldo a la vivienda, en Madrid vivirás en 25 metros cuadrados
Los expertos financieros recomiendan no sobrepasar en el presupuesto de la vivienda un porcentaje superior a un tercio de los ingresos
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REDACCIÓN
Sergio vive por debajo de lo que es considerado legalmente en Madrid. Su inmueble, alquilado, tiene apenas 20 metros cuadrados, aunque no le falta de nada y cumple con las recomendaciones internacionales: destinar un 30% de su sueldo a la vivienda.
No superar ese tercio de los ingresos en el alquiler es lo que señalan todos los expertos como lo ideal, pero cumplir esa recomendación en ciudades como Madrid significa tener que vivir en infraviviendas como la de Sergio que ha tenido que elegir entre tener un horno o un microondas porque en su cocina le cabe lo justo y necesario.
Una vivienda “no apta para claustrofóbicos” pero que Sergio ha convertido en su hogar. Para él la clave está en saber organizarse con la distribución del piso. Su casa cuenta con una habitación en la que apenas hay espacio para pasar, pero tiene todo lo necesario: un baño, una cocina y un salón minúsculos.
Por un piso de 25 metros cuadrados en La Latina, Sergio paga 500 euros y consigue así no destinar más de 30% de su sueldo al alquiler de su vivienda, algo que le permite ahorrar.
Para la Organización de las Naciones Unidas, la vivienda adecuada debe tener más que cuatro paredes y un techo. Se trata de un derecho incluido en la Declaración de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
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La ONU reconoce que hay “una grave crisis de la vivienda” en todo el mundo debido a tres causas estructurales: la mayor desigualdad económica, el mayor peso de los mercados financieros en el mercado de la vivienda y los sistemas de bienestar que priorizan a la vivienda como una mercancía.
Las consecuencias de vivir en infraviviendas
Las consecuencias de vivir en infraviviendas van más allá de la comodidad o el estilo de vida. Según un estudio, la vivienda precaria afecta a nivel social y psicológico a las personas, ya que tener problemas de espacio puede provocar irritabilidad.
Y es que los expertos señalan que los índices de depresión o ansiedad derivados de viviendas inadecuadas son “extremadamente altos”.