Si eres de los que tienes la suerte de vivir en una casa con jardín, lo que te vamos a contar puede interesarte porque ya puedes instalarte tu propia playa en el jardín. Así lo han hecho muchas personas a causa del confinamiento y las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus
¿Y cómo conseguirlo? Transformando o construyendo la piscina en forma de playa, con arena blanca y agua salada.
La imagen de esta superpiscina se está poniendo muy de moda en las redes sociales y despierta la envidia de todos los vecinos.
Y todo gracias a una empresa española que hará que puedas disfrutar de una playa de aguas cristalinas sin abandonar tu jardín.
Esta compañía está especializada en el diseño y construcción de entornos de lujo que son capaces de transformar en un oasis para disfrutar de estos meses estivales con la mayor paz y tranquilidad posible.
En Está Pasando nos hemos ido hasta Colmenarejo, donde una familia ha instalado una de estas piscinas en su jardín: “Este año nos hemos animado a poner la piscina y queríamos tener un trocito de Canarias aquí en Madrid”, nos cuentan.
Mantenimiento y limpieza
A la hora de tratar el agua no hay un método específico para este tipo de piscinas, sino que se han de emplear los sistemas habituales: “El mantenimiento es el mismo que el de la piscina tradicional”, cuenta uno de los empleados de la empresa.
El precio de estas piscinas de arena variará en función de las dimensiones, pero el tamaño no es lo único que va a determinar el coste final de la construcción, también hay otros aspectos "como los materiales, la cantidad de adornos (rocas, cascadas artificiales, vegetación…) y el tipo de terreno (su dureza) que determinarán el precio a pagar", explican.