“Resulta fundamental que la enfermería mantenga una actitud positiva y activa, hacia los pacientes con enfermedad avanzada y al final de la vida, de tal manera que cuidemos a estos pacientes y a sus familias, controlando sintomatología física, emocional y espiritual, aliviando el sufrimiento”.
Así lo afirma en Fórmula Salud Francisco Lencina, profesor de Geriatría y Paliativos en Enfermería de la facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo.
Y es que los cuidados al final de la vida deben garantizar el derecho a la dignidad, privacidad, intimidad, confidencialidad y capacidad de decisión del paciente y de la familia.