La realidad sociosanitaria del siglo XXI es cada día de una mayor complejidad. Importantes cambios sociodemográficos, con un envejecimiento progresivo de la población y el consiguiente aumento de patologías crónicas y pacientes polimedicados, señalan nuevas demandas de salud y nuevos perfiles de usuarios y profesionales.
Es por esto que asistimos a un escenario sanitario con recursos finitos y necesidades y demandas infinitas y eso obliga a que quienes lo gestionen sean profesionales formados, entrenados y capacitados para ello.
“La gestión adecuada en el ámbito de los cuidados, afirma la Coordinadora del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería, Guadalupe Fontán, se garantiza cuando los directivos, los supervisores, los responsables, son enfermeras gestoras, líderes influyentes, que trabajan de una forma coordinada, organizada, segura y en equipo con el resto de directivos y gestores promoviendo la participación de todos”.
La gestión y liderazgo de la práctica clínica, de los cuidados de salud, de los profesionales asignados y de todos los recursos disponibles comprometidos con la calidad y seguridad de cuidados, pacientes, profesionales y ciudadanía están en la base del ejercicio profesional de enfermeras y enfermeros.