El arbitraje madrileño tiene en marcha desde la temporada 2018-2019 una nueva figura formativa. Se trata del instructor de sede de fútbol 7 y la ejercen árbitros de categorías nacionales o de las primeras territoriales.
Su función es la de acompañar a los árbitros cursillistas que han finalizado la parte teórica y que han de trasladar sus conocimientos recien adquiridos de forma progresiva en los partidos de fútbol. Para ello, arbitran en las sedes de fútbol 7 con el apoyo constante del instructor, quien les aconseja, tranquiliza y corrige errores.
Ignacio Bordons, instructor y árbitro del CAFM, manifiesta que "así se sienten acompañados, sienten que tienen un apoyo, un compañero que está aquí para apoyarles, ayudarles y para corregirles".
Abel Reig, árbitro, reconoce que "está muy bien porque nos corrigen por un fallo de señalización de banda o de una ventaja". "Un papel necesario, a veces nos surgen dudas", añade Antonio López. Los instructores son pacientes porque saben lo que es comenzar en el arbitraje.