Abrimos página de tribunales. En la Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado el juicio por el crimen de Anne Strande, la joven danesa asesinada en un apartamento turístico en 2014. A pesar de asegurar que no sabe por qué sucedió el presunto autor de los hechos ha confesado en el juicio que para matar a la chica usó un cable y la estranguló. El fiscal solicita para él 28 años de cárcel por un delito de asesinato y otro de incendio.
Dave, de 35 años y de nacionalidad belga, trabajaba en la empresa que alquiló el piso a la joven. Él mismo fue la persona que registró la entrada de Anne en el apartamento, siendo la única vez que le vio antes de los hechos. Y es que el procesado era la persona que se encargaba de las reparaciones.
Al parecer acudió al apartamento después de consumir alcohol y drogas, entró en la habitación de la víctima, la golpeó y acabó asfixiándola con un cable de ordenador. Después de ello, intentó quemar el cuerpo con una botella de aceite. El procesado ha repetido en varias ocasiones que no sabe por qué lo hizo, algo que, apunta, se pregunta todos los días. Se enfrenta a una petición de 28 años de cárcel.
Sobre el consumo de cocaína, ha reconocido que lo hacía a raíz de haber matado a otra chica en Gerona en octubre de 2013, cuyo cadáver descuartizó en ocho trozos y los tiró a los contenedores de basura. Un caso por el que también será juzgado.