El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está preparando una amplia renovación del Consejo de Ministros, con hasta cinco o seis caras nuevas, para dotar al nuevo gabinete de un perfil "muy político y dialogante" con vistas a una legislatura en la que es consciente de que será fundamental negociar con el resto de los partidos de la oposición para sacar adelante las reformas.
Así lo creen al menos las fuentes consultadas por Servimedia entre miembros del Ejecutivo saliente y de la cúpula del Partido Popular. Todos ellos reclaman que el Consejo de Ministros que Rajoy anunciará este jueves por la tarde debe tener un perfil "menos técnico y más político" que el que configuró en 2011 tras su primera victoria en las elecciones generales.
La situación ha cambiado considerablemente desde entonces, aducen dirigentes próximos al líder popular, ya que hace cinco años era necesario un Gobierno de personas con experiencia, solidez y credibilidad que contribuyesen a sacar a España de la delicada situación de crisis económica en la que se encontraba y que hacía temer la necesidad de pedir un rescate como previamente habían ocurrido con Irlanda, Portugal y Grecia.
Ahora, el reto de Rajoy es mantener una alta tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y, sobre todo, dar continuidad a la reducción del paro con la creación de aproximadamente medio millón de nuevos empleos por ejercicio. Sabe que solo así podrá hacer realidad su compromiso electoral de alcanzar los 20 millones de cotizantes a la Seguridad Social en el ejercicio 2020.
Rajoy busca ahora ministros con trayectoria política y con demostrada capacidad de negociación para poder pactar las reformas con las demás formaciones. El primer desafío que tienen por delante es sacar adelante en tiempo récord los Presupuestos Generales del Estado para 2017.
CARAS NUEVAS
Las fuentes consultadas esperan que casi la mitad de las caras del nuevo Gobierno sean nuevas, dado que para empezar hay tres vacantes que cubrir por la renuncia de José Manuel Soria en Industria tras el escándalo de los papeles de Panamá , la de Alfonso Alonso en Sanidad y Servicios Sociales para encabezar la candidatura del PP vasco a lehendakari y la de Ana Pastor en Fomento para ser la presidenta del Congreso de los Diputados.
A estos tres huecos en el Ejecutivo y en el PP dan casi por hecho que se sumará la de José Manuel García Margallo en Exteriores, por su mala relación con el resto del gabinete y sus frecuentes declaraciones políticas sobre temas ajenos a su competencia, y la de Jorge Fernández Díaz en Interior, al que sus propios compañeros dan por "achicharrado" como consecuencia del escándalo de las escuchas en su despacho.
Además, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, había comunicado hace un año a Rajoy su deseo de abandonar el Gobierno, pero fuentes próximas aseguran ahora a Servimedia que si el presidente le pide continuar -ante la posibilidad de una legislatura breve por la inestabilidad parlamentaria-no pondrá reparos y seguirá al frente de los Ejércitos.
De este modo, el nuevo Consejo de Ministros que anuncie Rajoy el jueves por la tarde podría incluir hasta seis caras nuevas respecto al actual. La continuidad del resto de los integrantes del gabinete de Rajoy se da casi por segura y muchos de ellos se ven incluso con papeletas de repetir en el mismo cargo.
NÚCLEO DURO CON SÁENZ DE SANTAMARÍA Y GUINDOS
El entorno político de Rajoy augura que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, seguirá teniendo un gran peso en el nuevo gabinete con funciones muy parecidas a las actuales, incluido el Ministerio de la Presidencia que ahora dirige.
No obstante, en círculos del PP se especula con la posibilidad de que Rajoy le quite alguna responsabilidad como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) o incluso la Portavocía para equilibrar fuerzas con otros miembros del Ejecutivo que se espera tengan un gran peso político. Tal es el caso del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quien hace un año trasladó a Rajoy que quería abandonar el Gobierno después de las elecciones generales y que ahora suena como probable vicepresidente segundo para coordinar todo el área económica.
Guindos daba por hecha su salida hasta primavera pero tras la renuncia en Industria de Soria, al que en su partido muchos veían como vicepresidente económico, comenzó a barruntar la posibilidad de seguir en el Ejecutivo, alentado por la opción de dirigir los ministerios de tinte económico.
En el PP aseguran que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, también aspira a que Rajoy le otorgue esa responsabilidad. Fuentes cercanas apuntan que su deseo es cambiar de tareas tras cinco años combatiendo el paro con buenos resultados y que ahora preferiría asumir otra cartera como Industria o Fomento.
NUEVAS CARAS
Para la primera opción suena también el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, con quien Guindos ha despachado como ministro en funciones desde que Soria renunció al puesto. Su hermano Álvaro, que actualmente dirige la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, es otro de los aspirantes a ministro y cuenta con el apoyo personal de Sáenz de Santamaría, Montoro o Báñez, pero su perfil técnico y personal despierta recelos en otras alas del PP.
Todas las fuentes consultadas dan por segura la entrada en el Gobierno de María Dolores de Cospedal, actual secretaria general del PP y que mantendría su cargo como número dos de la sede de Génova 13 hasta el Congreso Nacional que Rajoy prevé convocar para primavera o verano.
Fuentes cercanas a Cospedal aseguran que a la manchega le gustaría dirigir un ministerio muy político, como Interior, donde ejercía como subsecretaria cuando se produjeron los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004. En cualquier caso, sus compañeros dan por seguro que estará sentada en el Consejo de Ministros por tratarse de una de las personas de mayor confianza de Rajoy, aunque eso pueda traer problemas por las diferencias conocidas que mantiene con Sáenz de Santamaría.
Otra opción para el Ministerio del Interior muy bien vista en el Ejecutivo y en el PP es el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, al que Rajoy introdujo como diputado en las listas del partido para las elecciones generales.
Para el Ministerio de Exteriores muchos dirigentes del PP hablan de Jorge Moragas, el actual director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, que ha ejercido como primer fontanero de Rajoy desde 2008 y que ahora no vería con malos ojos dar el salto a la primera línea de la política en una tarea que conoce bien.
Moragas fue el responsable de Relaciones Internacionales del PP en la última etapa de José María Aznar y en los primeros años de Rajoy, pero sobre todo ha sido el interlocutor directo del presidente con los mandatarios más importantes de todo el mundo durante estos cinco años en La Moncloa.
Las citadas fuentes veían también con buenos ojos que Íñigo Méndez de Vigo asumiese la cartera de Exteriores por contar con el perfil "ideal" para ello, ya que es reconocido en Bruselas al haber sido secretario de Estado para la UE. No obstante, subrayan que su "perfil dialogante" puede ser positivo para continuar al frente del Ministerio de Edudación ante la posibilidad de tener que negociar una nueva reforma educativa.
LA INCÓGNITA DE SANIDAD
Una de las principales incógnitas entre todas las fuentes consultadas es quién asumirá el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad tras la marcha de Alfonso Alonso, quien asegura que se quedará en el País Vasco para liderar el PP aunque Rajoy le tiente con regresar a Madrid para volver a ser ministro.
En los últimos días han crecido las especulaciones con la posibilidad de que ese puesto sea para Javier Maroto, exalcalde de Vitoria, persona de confianza de Alonso y actual vicesecretario de Sectorial en el PP, donde ha liderado la interlocución con el sector social durante el último año. Sin embargo, en el Gobierno son muchas las voces que cuestionan que Maroto tenga el perfil más adecuado para esa responsabilidad.
En el Ejecutivo y en el PP dan por segura también la continuidad como ministros de Rafael Catalá y Cristóbal Montoro, aunque las competencias de ambos podrían variar con el esquema del nuevo gabinete que está preparando Rajoy.