El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha asumido toda la "iniciativa política" en la organización de la consulta independentista del 9N de 2014, una votación que ha asegurado que no fue "un capricho personal" sino el cumplimiento de un "mandato explícito del Parlament".
Mas ha afirmado que las exconselleras Ortega y Rigau se limitaron a obedecer las "directrices" que él mismo dictó para la consulta independentista, en respuesta a su abogado, Xavier Melero, tras negarse a contestar las preguntas de la Fiscalía en el juicio por el caso del 9N..
Artur Mas se ha negado ho a responder a las preguntas de la Fiscalía y de la acusación popular en el juicio por el 9N, por lo que únicamente responderá a su defensa. En el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) se ha iniciado hoy el juicio contra Mas y las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau, que afrontan penas de inhabilitación por un delito de desobediencia grave y de prevaricación, acusado de mantener la votación en la consulta independentista del 9N, pese a que el Tribunal Constitucional la había suspendido cinco días antes.
Artur Mas ha alegado que el Tribunal Constitucional no advirtió al gobierno catalán de las responsabilidades en que incurriría de mantener la consulta independentista del 9N, ni respondió a las peticiones de aclaración que le hizo llegar la Generalitat.
"Nadie nos requirió, nadie nos advirtió, solo recibimos una comunicación", ha afirmado Artur Mas ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en respuesta el interrogatorio de su abogado, después de que se haya negado a contestar a las preguntas de la Fiscalía.
Artur Mas ha asegurado que los 42.000 voluntarios que participaron en la consulta sobre la independencia de Cataluña el 9 de noviembre de 2014 "fueron elemento y pieza clave imprescindible de la organización del 9N" y sin ellos hubiera sido materialmente imposible, en sus palabras.
Ha explicado en el juicio que, después de que el TC suspendiera el 29 de septiembre varios preceptos de la Ley autonómica de consultas y la convocatoria de la consulta popular, hubo un cambio de formato en el que la administración "ya no tenía capacidad por ella misma de llevar a cabo el proceso participativo".
Según ha dicho, sobre todo querían hacer "algo serio y que se entendiera en todo el mundo", y que, ante un proceso de alta complejidad organizativa y logística, o se apuntaba mucha gente o no se hubiera podido llevar a cabo. Así, ha dichyo que en ningún caso se hubiera podido llevar a cabo la consulta "sin la participación de los 42.000 voluntarios", y ha recordado que, en un principio, cuando pidió la participación de voluntarios para organizar la consulta, dijo que necesitaban 20.000.
Sobre la organización de la consulta, ha explicado que tenían un gran compromiso para hacerla porque era la voluntad "de una buena parte del pueblo de Cataluña", por lo que siguieron sin renunciar a su objetivo y cambiando el formato que el TC había puesto en cuestión.
La Fiscalía piensa, en cambio, que Mas articuló "una estrategia de desafío completo y efectivo a la suspensión acordada por el TC", generando la apariencia de que las actuaciones administrativas públicas se paralizaban y el proceso quedaba en manos de voluntarios, según consta en su escrito de acusación.