Bruselas amaneció al ralentí en el primer día laborable desde que las autoridades decretaron en la madrugada del sábado la máxima alerta ante un atentado inminente, mientras la operación antiterrorista "aún no ha acabado", según el ministro belga de Interior, Jan Jambon.
"El trabajo no está acabado", declaró Jambon a las cadenas estatales VRT y RTBF, en referencia a las redadas realizadas en la noche del domingo impulsadas por la Fiscalía y un juez de instrucción especializado en terrorismo.
Jambon dejó claro que "la operación todavía no está terminada, debe continuar", sin querer entrar en detalles concretos de la misma.
"Progresamos, vamos a seguir en las próximas horas y días. No daré ningún detalle sobre la investigación ni del lugar en que buscamos a Salah Abdeslam", el principal sospechoso huido de los atentados de París del 13 de noviembre, declaró el ministro.
Abdeslam no está entre los dieciséis arrestados en los registros del domingo, llevados a cabo en diferentes puntos de la capital y del país, que hoy deberán escuchar de un juez si permanecen privados de libertad.
En los registros tampoco se encontraron armas ni explosivos.
El ministro de Interior agradeció a los medios de comunicación la "disciplina" que demostraron el domingo por la noche, al respetar la petición de la Policía de no informar en directo de las operaciones que se estaban desarrollando.
"En momentos tan importantes debemos poder hacer acuerdos con la prensa, porque todos tenemos una responsabilidad", afirmó.
Jambon aseguró que, al margen del metro, las escuelas, universidades y guarderías, que hoy permanecen cerrados dado el estado de alerta, "la vida debe continuar en Bruselas", que hoy ha amanecido con cierto alivio tras las operaciones policiales pero aún con angustia por el mantenimiento de la máxima alerta, recoge el diario "Le Soir".
En la capital, al cierre decretado del metro, se suma que los trenes no efectúan paradas en las estaciones de Bruselas Schuman (en pleno barrio europeo), Bruselas-Oeste, Merode y Delta.
A esta situación se suma una huelga intersectorial en Namur y la provincia de Hainaut (región de Valonia, sur) que se traducirá en la supresión de trenes en esa zona, según la Sociedad Nacional Belga de Ferrocarriles (SNCB) y el gestor ferroviario Infrabel.
El sindicado socialista FGTB, por su parte, anunció que pospone la huelga prevista en Namur hasta la primera semana de diciembre pero no así en la región de Charleroi, donde el movimiento social ha sido muy seguido, según la agencia Belga. Los autobuses TEC de la región valona circulan normalmente excepto en la región de Tournai, donde todos los transportes están paralizados.
Ante la alerta terrorista, numerosos conductores de la empresa de autobuses De Lijn de la región de Flandes tampoco han retomado hoy su puesto de trabajo en la provincia del Brabante flamenco, lo que ha provocado perturbaciones en una decena de líneas, informa Belga.
Jambon, quien dijo además a la cadena RTL que el intercambio de información policial y judicial con los países vecinos "funciona bien porque estamos todos en el mismo barco", confirmó que el Órgano de Coordinación para el Análisis de Amenazas (Ocam, en francés), volverá a evaluar la situación antes de determinar el impacto de las operaciones de anoche sobre el nivel de alerta.