La Delegada del Gobierno y candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes ha aclarado su posición respecto a la Sanidad. “Mi apuesta es por la sanidad pública y no va a haber nuevas externalizaciones”. “Sanidad pública, sin privatizaciones ni externalizaciones. Lo aclaro –subrayó la dirigente popular, para quien “tenemos la mejor sanidad pública de España y de Europa, y para mi va a ser una prioridad absoluta. El modelo actual, que supone que haya algunos centros públicos gestionados por organizaciones privadas y públicos gestionados públicamente, está funcionando muy bien y no va a haber ninguna externalización más allá de los hospitales que ya están gestionados así”.
En la entrevista de esta mañana en el programa MADRID DESPIERTA Cifuentes también se ha referido a la educación. La candidata a la Comunidad de Madrid aseguró que es otra de las prioridades y que la apuesta es “la educación pública, defendiendo el modelo de libertad de elección. Y educación pública bilingüe, pero bilingüe de verdad”. En general, tal y como avanzó en el decálogo que presentó ayer en el acto que tuvo lugar en San Sebastián de los Reyes, su programa es “sencillo”, pero “con compromisos muy claros que salgan de las propuesta de la sociedad. El decálogo establece las prioridades de ese programa y el compromiso personal de cumplimiento del mismo. Si no hay cumplimento, habrá responsabilidades políticas”.
Y dentro de ese programa “la creación de empleo es la prioridad número uno”, dentro de la política de continuidad económica que también le ha hecho comprometerse para bajar los impuestos. “Más que continuidad es que la bajada de impuestos forma parte de nuestro ADN como partido. Una cosa diferente es que el Gobierno de Rajoy se encontró con una situación en la que el país estaba al borde del precipicio, literalmente, y no pudo llevar a cabo lo que prometió”. Y explicó que pretende ir en la línea de la Comunidad de Madrid. “Tres bajadas en el tramo autonómico del impuesto sobre la renta; supresión de los impuestos de sucesiones y donaciones; supresión para las rentas menores de dos millones de euros del impuesto de patrimonio; y supresión de otros impuestos cedidos, como el de transmisiones patrimoniales o el de actos jurídicos documentados. Porque el dinero-dijo- donde está mejor es en el bolsillo de los ciudadanos, que son los que tienen que consumir y crear empleo”.
En su opinión, no va a tener problemas con Montoro en este sentido, porque cree que las diferencias entre Ignacio González y el ministro de Hacienda vienen, “más que por la política impositiva, por una reivindicación clara de un sistema de financiación, el del Gobierno de Zapatero, que es injusto y que ha maltratado a Madrid”. Por su parte, va a hacer suya esta reivindicación y “cualquiera que sea a favor de los madrileños, pero entiendo que parte de las medidas que no ha podido tomar el Gobierno de la nación ha sido porque, en 2011, España no estaba en medio del túnel, sino que era un enfermo terminal, en urgencias y sin diagnosticar”. Aunque espera que, una vez pasadas las elecciones generales “el Gobierno acometa esa financiación que es injusta y que penaliza a los que más aportan”. También prometió “transparencia y eliminar los organismos duplicados. Se ha hecho un esfuerzo importante pero todavía cabe un margen mayor. Me comprometo reducir todos los organismos duplicados e innecesarios, haciendo un esfuerzo de transparencia y gestión eficaz”.
En cuanto a la corrupción, Cifuentes dijo que “hay que ser absolutamente intolerantes contra la corrupción” y que aunque ninguno de los casos que afectan al PP le tocan a ella, en su opinión “cuando se da un caso de corrupción, todos nos sentimos concernidos. Que el secretario general de nuestro partido estuviera en el centro de la trama Púnica, no solo es un shock, sino un disgusto tremendo. Pero no te inhabilita. La mayoría de las personas que nos dedicamos a la política somos gente honrada”. Y admitió que la corrupción es “un lastre” que tienen. “Hemos cometido muchos errores como partido y ahora debemos estar muy vigilantes para evitar esos casos y, si se producen, actuar de manera inmediata”.
La Delegada del Gobierno prometió de nuevo “lealtad institucional”, pero precisó, por alusión al enfrentamiento entre Aguirre y Gallardón, que “dentro del mismo partido, las tiranteces entre distintas administraciones es inevitable, y no pasa nada. No es algo negativo. Es lógico que haya discrepancias porque cada uno defiende lo que cree que es mejor para sus representados. Pero otra cosa es la lealtad institucional, que debe presidir en todo momento. Y sobre todo, el diálogo con otras administraciones, otros partidos políticos, organizaciones y, en definitiva, con los ciudadanos. Con indiferencia de que uno saque mayoría absoluta, creo que hay llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas en temas que nos importan mucho a todos”.
Por otro lado, Cristina Cifuentes comentó que no le sorprendió que Esperanza Aguirre asistiera el sábado a una manifestación pro vida, porque “todo el mundo tiene derecho a ir a la manifestación que le parezca y más en un tema tan personal”. Y precisó que “el aborto es un tema delicado. Hay gente que cree que el aborto debería estar prohibido y penalizado, y otros que piensan que es un derecho y que debe ejercerse de forma libre. Y, en mi opinión, hay una mayoría que piensa que no es un derecho, sino una tragedia y que debe ser regulado. Me remito a lo que pasa en Europa. Hay 21 países que tienen regulaciones de plazo y 6 de supuestos. El PP lo que hace es cumplir su compromiso electoral de modificar la ley de Zapatero que abrió la puerta a que las menores de 16 años pudieran abortar sin el consentimiento paterno que, mi modo de ver, es un disparate. Pero más allá de eso, creo que no se tendría que avanzar mucho más en la legislación que teníamos con el PSOE y Felipe González”.